⭐⭐☆☆☆
Otra miniserie, esta vez española, que se embolsa Netflix. 8 episodios, no muy largos con los que te empiezas a encariñar sobre el tercero para beberte el resto en un maratón incansable. La serie poco tiene que ver con el principal monumento de Gaudí en Barcelona, mas bien hace referencia a lo sagrada que resulta la figura de una familia para los protagonistas. Najwa está brillante, esta vez como menos mala malísima, Macarena da la impresión de seguir encasillada en un eterno personaje toque el proyecto que toque y también encontramos una Alba Flores que para salir de esa etiqueta de chica dura, gitana y gamberra, opta por cambiar el acento cada cuarto de hora. ¡Mi no entender!
Manolo Caro es el director de este culebrón moderno con aire ochentero que si bien empieza pasable y avanza a buen ritmo, termina siendo un fiasco. Un final que no explica nada y que vuelve a dar a entender esa idea original con la que se parte imaginando un buen desarrollo pero que ni el/los propio/s creador/es saben a donde tiene que llegar. Y digo yo, si no sabes el final de algo, mejor no empezar a contarlo. Una lástima que justo esa parte importantísima de cualquier ficción u obra, estropeen lo que empezó como algo interesante y entretenido.
* Días después de publicar esta crítica, lo que primeramente se vendió como una miniserie, se convirtió en serie al ser renovada por una segunda temporada que sí daría explicación al final de la primera tanda de capítulos.
Disponible en
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.