⭐⭐☆☆☆

Regresan, 20 añazos después, los personajes que nos llenaron de tantos buenos momentos allá por aquel verano de 2002. La serie regresa fuerte, con un cambio brutal en la producción y en cuanto a calidad. Esta vez, la acompaña un toque de thriller que la hace muy distinta pero mantienen el alma y el espíritu de la vida rural sin faltar los caballos y sombreros.

Es muy diferente a la anterior. Poco tiene que ver esta nueva etapa con el pasado en cuanto a trama. Aquellas quedaron cerradas y aquí se abren nuevos e interesantes frentes. Gustará saber qué sigue siendo de los personajes que ya nos enamoraron a todos pero hay que saber que una de las principales parejas llega divorciada, otra con tres hijos (y ya criados), un personaje interpretado por otro actor como es el caso del entrañable abuelo puesto que el actor original ya confirmó que por problemas de agenda no podría participar en esta nueva etapa, y también vuelven con, obviamente, más arrugas y madurez a excepción de Rosario Montes, por la que parece que no ha pasado el tiempo.

La trama principal recae en los hijos de una de las parejas y lo que todo apunta a una conspiración para culparlos en un asesinato.

Los decorados, los exteriores, la hacienda... todo es distinto pero hay reencuentros interesantes, una separación que dará juego y gustará saber que se recuperan personajes muy secundarios como el de Quintina o Dominga que mantienen su chispa en los nuevos episodios.

En definitiva, no esperes ver lo mismo, defraudará un poco al ver tantísimos cambios pero, si le dais una oportunidad, seguro acaba encandilando casi tanto (nunca igual) que su predecesora.

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