Especialmente en el mundo del corazón y concretamente en la vida de Rocío Carrasco, nunca he estado muy bien informado, aquí no sólo ha sido cosa de estos últimos meses. No sabía cómo fue su noviazgo, los motivos e impacto de su separación e incluso desconocía que tenían un segundo hijo en común. Lo poco que sé, lo conozco a pinceladas de lo poco que he seguido la televisión del corazón todo este tiempo.
Por esto mismo, mi opinión sobre el tema del momento, es debida a impresiones, teorías y sensaciones que me han transmitido ambos personajes protagonistas de todo esto. Debida a eso y a conocer sólo la versión extendida de ella, que es la que actualmente se emite en Telecinco al detalle y la cual no tenía intención de ver hasta conocer el revuelo formado el día después.
"Yo, SÍ creo que ella
sea mas víctima que verdugo"
Empiezo lanzando un órdago a Rocío Carrasco: Hay que ser muy fuerte para aguantar lo que cuenta y muy valiente para ser quien es, callar tanto tiempo y sentarse (da igual cuándo y/o dónde) a contarlo.
No soy juez y hasta si lo fuese podría equivocarme en mi decisión de creerla pero supongo que uno cree saber cuando alguien miente o puede estar haciéndolo. Verla a ella, rota, narrando episodios tan duros en la vida de cualquiera, no puede dar lugar a pensar que no nos está contando una verdad, la suya al menos.
Él, tendrá sus virtudes, pero nunca me transmitió verdad en televisión. Da igual si comentaba la enésima reconstrucción de himen de Leticia Sabater o se dejaba el alma en su edición de "GH VIP". Como personaje televisivo, nunca me ha caído bien ni transmitido buenas sensaciones. Supongo que sólo son eso, sensaciones aún sin conocer a alguien. Apariencias que a veces pueden engañar y otras no pero que no son ni parecidas a las acusaciones que la otra parte se ve que ha tenido que aguantar durante años, en silencio y a escondidas...
Imposible que, aún sin empatizar con ella por desconocer gran parte de su pasado y existencia en general, no pudiese estremecerme en más de una ocasión con el testimonio que narra Rocío mientras la veía en televisión. Y dejadme decir que, al margen de lo que pueda explicar y contar en los capítulos siguientes y a pesar de acciones que haya podido hacer como madre en alguna o muchas ocasiones, pocos de los que se han pronunciado todo este tiempo pueden dar lecciones de valores a alguien: ¿Acaso una niñata con el comportamiento que ha demostrado en numerosos platós va a dar lecciones de cómo hacerse valer?. ¿Lo va a hacer una presentadora fascista y acusada, además, de plagio?. ¿Una ex yonki que se drogaba con una niña pequeña en casa?, ¿Un presentador (por llamarlo de alguna manera) que va de abanderado del feminismo y humilló, insultó y llamó puta a una mujer en pleno prime time?... Sí, la respuesta es NO.
"En telecinco, muy pocos pueden dar lecciones de nada a nadie"
"El programa se convierte en el espacio
más visto en lo que va de año"
(FormulaTV)
"Rocío nos ha dado una lección,de la cual no hemos aprendido nada"
Que no, que no aprendemos que cualquier personaje que rodea a la televisión (y más especialmente a Mediaset) es un mero número. Que cuando le sirves y les puedes causar dinero, sea por el motivo que sea, ahí estás... y cuando dejas de ser interesante, o te hunden para que vuelvas a serlo con un espectáculo en directo, o te largan si ven que ni con esas pueden arañar espectadores al competidor.
Poco por debajo de Antonio David en la escala de verdugos en esta trama, se encuentran los medios y ya algo mas abajo en la lista, aunque aún con un poder suficientemente demoledor se encuentran los que alimentan esos medios. Sí, nosotros.
Pero tranquilos, que seguiremos adorando esos corrillos donde lapidan mediáticamente a diferentes personajes por el hecho de ser populares porque es mas fácil y sencillo entretenernos con un circo que pararnos a pensar en las vidas que estamos colaborando para que destrocen. Seguiremos igual porque somos hipócritas de nacimiento. Por eso y porque nos resulta extremadamente difícil reconocer y aceptar que hay mas de un verdugo en esta historia.
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