⭐⭐☆☆☆
Ficha técnica:
Duración: 138 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Todd Phillips
Guion: Scott Silver y Todd Phillips. (Personajes: DC Comics)
Música: Hildur Guðnadóttir
Fotografía: Lawrence Sher
Reparto: Joaquin Phoenix, Lady Gaga, Brendan Gleeson, Catherine Keener, Harry Lawtey...
Sinopsis:
Tras crear el caos, Arthur Fleck ha sido internado en Arkham a la espera de juicio por sus crímenes como Joker. Mientras lidia con su doble identidad, Arthur no sólo se topa con el amor verdadero, sino que también descubre la música que siempre ha estado dentro de él. Secuela de "Joker" (2019).
CRÍTICA (sin spoilers):
Es digno de analizar el rotundo fracaso de esta película. Viene de una primera parte muy buena y eficiente, llena de todos los ingredientes que los espectadores esperábamos y, de pronto, nos encontramos con una segunda parte que no tiene contenido, que resulta larga, tediosa, lenta, inútil, absurda, incómoda, aburrida y decadente. Y esto, por decir algo así de primeras... La opción de implantar un musical para esta historia ya es un disparate de por sí. El musical nace para expresar con música lo que las palabras no pueden y llevarnos a una canción que transmita exactamente lo que se quiere contar. A nadie en este jodido planeta le interesa el deliro amoroso de Arthur Fleck porque lo que queremos es tensión, disparos, violencia y demencia en la trama. Abusan de momentos musicales que ya son inútiles de por si y nos sacan de la película cada cinco minutos para contar una historia metida con calzador para lucir a una ya lucida Lady Gaga de por sí. ¿Alguien ha visto una película de terror en forma de musical? ¿O una de ciencia ficción? ¿Te imaginas una invasión extraterrestre donde los alienígenas acaban con la humanidad entre canciones de Pimpinela?. Pues este argumento, tampoco reclama para nada el género ni ayuda en el desarrollo. Cierto que, si os fijáis, reclaman el género musical sólo para entrar en la mente de el Joker y mostrarnos sus delirios, miedos y fantasía pero vamos... que nada salva del desastre de elección a esto, que no te vendan la moto.
Al margen del género, el contenido es muy pobre (inútil diría yo), hasta unos 15 ó 20 minutos antes de acabar la película, que es donde aparecen las dos únicas sorpresas destacables que levantan un pelín este desastre pero que tampoco la salvan de la gran decepción del año. Todo parece indicar que incluso ellos mismos sabían la mierda que iban a contar pero contaban los millones que se iban a embolsar y, para ello, nos han tomado el pelo, de lo lindo, de una forma burda, además. ¿Lo mejor de estas dos horas y pico? La actuación de Joaquín Phoenix, desde luego. Digno personaje para un indigno metraje.
Si aún no la han visto, háganme caso: "Huyan a tiempo y quédense con la primera parte. Nada de lo nuevo tiene que ver con aquella decente película que sorprendió hace unos años".
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