Existe una teoría sobre el reparto de la felicidad en el mundo.
En ella
se habla de la posibilidad de que esa aspiración que todos perseguimos en la
vida sea un bien limitado en este planeta, una cualidad que está creada en una
cantidad justa y fija para siempre en este mundo. Algo así como si de una
energía invisible que está en el aire se tratase y nunca fuese a más de igual
forma que jamás a menos. Todo perfectamente preparado, distribuido y ya creado
de antemano de tal forma en la que si alguien coge de ella en exceso, puede
privar a algún otro de alcanzarla en la misma medida.
Aunque suene cruel
decirlo, una de las conclusiones que podemos sacar de ahí es que uno podría
llenarse de más felicidad conforme la gente de su alrededor sea más infeliz. Al
fin y al cabo se trata de sentirnos más afortunados si vemos que el resto no sonríe
de igual forma a la vida.
En un mundo así, con la felicidad dividida uniformemente,
no todo el mundo puede tener la misma suerte y para que unos lloren de alegría,
otros deben derramar lágrimas de dolor en algún otro lugar.
Si todo esto fuese
cierto, viene a enseñar que no hay felicidad para todos...
Pero la teoría también
reafirma en que ese ingrediente fundamental de la vida, al igual que el
oxígeno, por ejemplo, está presente en todas partes, lo veamos o no. Desde ese
punto de vista, el problema es nuestro si creemos que no podemos coger algo de
ella en cualquier lugar y ante cualquier situación que vivamos. Y eso también podría
explicar por qué algunos con tan poco son tan y tan felices y otros, con tanto,
están destinados a una infelicidad eterna.
De cualquier modo, ese
estado tan satisfactorio es perseguido por todos aunque no todos la consigan y,
de hacerlo, la mantengan consigo indefinidamente. La felicidad es más compleja
de lo que imaginamos: Es efímera y debemos renovarla constantemente para
mantenernos bien con ella, es relativa puesto lo que hace feliz a algunos no le
hace feliz a otros y además, es ambiciosa; siempre podemos ser más felices por
muy afortunados que nos consideremos.
Si crees que tienes todo lo
necesario para ser feliz y aun así no lo eres, el problema no está en lo que te
falta, sino en lo que te sobra…
Quizás sea aquella pareja
que fue importante en su día y que ahora te resignas a perder por completo,
aunque sólo te regale una felicidad instantánea en forma de cama. Puede que esa
persona te esté impidiendo descubrir un mundo entero de posibilidades ahí fuera
o puede que tu mismo te estés privando de una felicidad infinita a cambio de un
solo instante mágico.
Quítate de en medio ese
familiar al que sólo te une el ADN. Después de todo… si fuese realmente tu
familia, se portaría contigo como tal. Nadie es tan importante como para tener
que soportarle día a día por el simple hecho de que te una un lazo invisible.
Mantén una larga distancia
con la gente negativa y deshazte de todas aquellas personas tóxicas que te
vayas encontrando a tu paso. Puedes elegir entre eso o acabar contagiándote en
un futuro no muy lejano.
Nunca eches de menos a los
que te echan de más. El mundo está lleno de gente que te está buscando aunque
ni ellos mismos lo sepan, el planeta está repleto de personas que necesitan de
ti para ser felices y, seamos francos… El resto nunca será plenamente feliz si
se han deshecho de ti.
¿Realmente eres feliz con lo que tienes? ¿Con tu pareja? ¿Con tu trabajo? ¿Con tus amigos?
Deshazte de todo lo que te obliga a decir un NO por respuesta a alguna de esas preguntas.
Aprovecha y lucha por coger el máximo de felicidad que puedas, estés donde estés y aunque eso signifique que, involuntariamente, se la quites a otro. Coge impulso y respira tanta felicidad que te sobre para regalar a los tuyos. La felicidad sí está al alcance de todos. ¡Ese es el secreto de la buena vida!
Después de todo, para ser feliz, primero debes ser egoísta.
Bonito título, y bonita canción de La Cabra Mecánica, me encanta.
ResponderEliminarNo se de donde has sacado esa teoría, lo que si te puedo decir, es que si crees en ella, será cierta para ti. Por mi parte creo que la felicidad es abundante en el Universo y creo que se contagia, que cuanto más la expandas más feliz serás. Y si no piensa en cuando ayudas a algún amigo, a algún desconocido por la calle, lo bien que te sientes. Cuando estar rodado de la gente que te quiere... Felicidad compartida igual a más felicidad. Un saludo ^^